lunes, 31 de marzo de 2014

MELCOCHA

 La Melcocha, también alfandoque, es un dulce popular de elaboración artesanal tipo confitura, existente en varios países de Latinoamérica constituido básicamente por melado o miel espesa, generalmente de panela. Así mismo puede hacerse de miel de azúcar, a la cual se bate hasta que la incorporación de aire resulta en una pasta porosa y maleable, de consistencia correosa o gomosa, con la cual se elaboran caramelos o bombones de formas diversas, aunque la tradicional es de barritas retorcidas, también conocidas como «charamuscas». Su origen procede de Ecuador.

Son uno de los reclamos turísticos de Baños (Baños de Agua Santa).

La melcocha se retuerce una y otra vez.


Se pasan así todo el día, porque cuanto más se retuerce y se estira, más aire entra en la masa y más ligera y dura se queda la mezcla posteriormente.



Estaban buscando una alternativa más sana a los caramelos procesados y recordé que estas melcochas sólo llevan panela, mantequilla y mucho estiramiento


1 panela
1 taza de agua
100 ml. de leche de coco
Medio paquete de mantequilla

En realidad si no tienes leche de coco, le aumentas 100 ml. más de agua y le das otro sabor que te guste, canela,vainilla, clavo, ralladura de naranja o lo que sea.

PROCESO: 





Primero se disuelve la panela en el agua hasta que no

queden grumos.





Después de una media hora aproximadamente, el

almíbar ya tiene otra consistencia y se echa la leche de

 coco y se remueve.






Investigando, he visto que este punto es de 360º pero

como yo no tengo termómetro de azúcar, se puede ve

 a ojo, si echas unos "hilos" del caramelo en 
agua fría y

no se deshace, sino que se puede manejar y hacer una

 bolita, es que ya está. Así:






Una vez que se alcanza este punto, se engrasa con la

 mantequilla una bandeja de metal (yo usé la del horno)

y se esparce la mezcla. Aquí hay que tener mucho

cuidado de no tocar el caramelo porque quema mucho

(¡no rebañéis con un dedo y os lo chupéis!).







Después de unos cinco minutos os engrasais las 

manos 

con mantequilla para no quemaros y  levantáis los
bordes que ya están más fríos y los metéis al centro y se 
va enfriando otra zona, así se va enfriando de forma pareja.

Cuando se pueda manejar, hay que hacer una bola y 

empezar a estirar, retorcer, integrar y estirar. Una y otra 

vez, para que no se quede ninguna zona sin ser estirada.







Después de que se enfríen, se envuelven individualmente en papel celofán y se

guardan en una caja hermética de lata para que duren. 


















                         















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